Niños de antaño En el año 1972 tenía yo 14 años y quería ser educadora. No sabía muchas cosas de mis habilidades, ni si conseguiría aprobar el examen de acceso al Liceo Pedagógico. Mis profesores del instituto me apoyaban diciéndome que seguro que podría conseguirlo. Era un examen difícil, que aparte de asignaturas habituales (literatura, gramática, matemáticas) suponía pruebas eliminatorias de oído musical, dicción y caligrafía. En esta época se tenía en buen aprecio a la música, de hecho una de las asignaturas de los cinco años de estudio, era música instrumental, sobre todo el violín. No se trataba de sacar violinistas de nosotras, tampoco se empieza el estudio del violín con 14 años. La meta que se habían propuesto nuestros maestros, era la de utilizar el violín como herramienta de trabajo en nuestra futura actividad, al tiempo que impartíamos clases de música. Claro está que, acabándose los cinco años de estudios, algunas de mis compañeras, han vendido el violín para comprarse zapatos caros para el baile de fin de curso. Yo todavía lo tengo. Sería porque en el tercer curso me quedó como asignatura pendiente el violín. Durante el verano, de vuelta al pueblo, mi maestro de primera Costino me ayudó con paciencia, metódicamente, a tocar todos y cada uno de los días un poco, así conseguí sacarlo adelante en septiembre, sin perder el curso.
ESTOY MUY FELIZ POR LA PUBLICACIÓN DEL LIBRO PIEDRA LISA DONDE NOS REUNIMOS PARA COMPARTIR NUESTRAS INQUIETUDES POÉTICAS EN EL MARCO IDILICO DE LA SIERRA NORTE DE MADRID. GRACIAS A LOS PATROCINADORES Y TAMBIEN LOS QUE HAN CONFIADO EN NOSOTROS!
Niños de antaño
ResponderEliminarEn el año 1972 tenía yo 14 años y quería ser educadora. No sabía muchas cosas de mis habilidades, ni si conseguiría aprobar el examen de acceso al Liceo Pedagógico. Mis profesores del instituto me apoyaban diciéndome que seguro que podría conseguirlo. Era un examen difícil, que aparte de asignaturas habituales (literatura, gramática, matemáticas) suponía pruebas eliminatorias de oído musical, dicción y caligrafía. En esta época se tenía en buen aprecio a la música, de hecho una de las asignaturas de los cinco años de estudio, era música instrumental, sobre todo el violín. No se trataba de sacar violinistas de nosotras, tampoco se empieza el estudio del violín con 14 años. La meta que se habían propuesto nuestros maestros, era la de utilizar el violín como herramienta de trabajo en nuestra futura actividad, al tiempo que impartíamos clases de música. Claro está que, acabándose los cinco años de estudios, algunas de mis compañeras, han vendido el violín para comprarse zapatos caros para el baile de fin de curso. Yo todavía lo tengo. Sería porque en el tercer curso me quedó como asignatura pendiente el violín. Durante el verano, de vuelta al pueblo, mi maestro de primera Costino me ayudó con paciencia, metódicamente, a tocar todos y cada uno de los días un poco, así conseguí sacarlo adelante en septiembre, sin perder el curso.
Hola Chicas y chicos no sé cómo realizar una entrada en este blog, después de cuatro años de absentismo pero ya he vuelto!!!
ResponderEliminarESTOY MUY FELIZ POR LA PUBLICACIÓN DEL LIBRO PIEDRA LISA DONDE NOS REUNIMOS PARA COMPARTIR NUESTRAS INQUIETUDES POÉTICAS EN EL MARCO IDILICO DE LA SIERRA NORTE DE MADRID. GRACIAS A LOS PATROCINADORES Y TAMBIEN LOS QUE HAN CONFIADO EN NOSOTROS!
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